Tener una buena salud financiera no ocurre de la noche a la mañana, se trata de disciplina, educación, constancia y buenos hábitos que te permiten tener el control de tu dinero y lograr tus metas. Y si bien, en otros blogs de Intermercado ya te hemos dado tips para mejorar tus finanzas y cuáles son los hábitos que debes adoptar para lograr un equilibrio, ahora nos gustaría tocar el tema de lo que probablemente esté afectando tu economía en este momento y que quizá aún no te des cuenta: los malos hábitos financieros.
Más allá de solo explicar cuáles son los más frecuentes y en qué consisten, queremos darte algunas sugerencias para deshacerte de ellos, o al menos disminuirlos, pues de seguro te están creando algunas dificultades económicas que podrías evitar.
Si bien, estos podrían parecer pequeños gastos que no afectan nuestra economía, como un café, una salida al cine, alguna chuchería, lo cierto es que pueden llegar a representar un gran gasto, sobre todo, si los hacemos sin control ni planificación, pues no es lo mismo comprarte un café una vez a la semana, que comprarte uno todos los días camino al trabajo; cuando este “lujito” se vuelve costumbre diaria, termina representando un gasto mayor que incluso el pago de algún servicio esencial, por lo que te recomendamos incluir estos gastos en tu presupuesto mensual y hacerlos con medida, evitando que se vuelva un gasto considerable y una mal hábito. Sé consciente de los pequeños gastos, contrólalos y si puedes, elimínalos.
No pensar mucho en el beneficio de comprar algún objeto o contratar algún servicio es uno de los malos hábitos más comunes, pues solemos adquirirlo porque nos gusta, se ve bonito, creemos que lo vamos a necesitar o porque está en oferta: Muchas veces terminamos adquiriendo cosas que no necesitamos sin pensar en nuestros ingresos ni egresos mensuales, lo que nos pone en apuros económicos a la larga. Mejor, antes de comprar, pregúntate si en verdad lo necesitas, si es urgente, si puede esperar o si ese gasto desestabilizará tus finanzas a corto, mediano o largo plazo. Y si estás pensando en adquirirlo con tarjeta de crédito, recuerda que las tarjetas de crédito no son dinero en efectivo ni la extensión de tu sueldo, si no otra deuda que adquieres y tendrás que pagar, algunas veces inclusos con intereses.
No ahorrar es otro problema, pues, así como ganamos gastamos y a veces incluso más, lo que nos deja sin un respaldo para lograr nuestras metas o ante alguna emergencia. Empieza con poco, pero hazlo diario, hasta que se haga un hábito y puedas lograr ahorrar cantidades importantes; también puedes ir variando la cantidad de ahorro según tus ingresos y gastos mensuales. Fijarte esta meta, también te permitirá reducir los gastos innecesarios y en un futuro tener menos preocupaciones financieras.
No aplaces tus deudas. Dejarlas para después puede provocar que se hagan tan grandes que cuando te des cuenta ya no seas capaz de liquidarlas. Reconoce tus deudas y crea un plan de pago. Trata de abonar más del minino para salir rápido y no acumular intereses, así evitarás terminar pagando muchísimo más del monto original. Si tienes varias deudas también te recomendamos evitar cualquier gasto innecesario o gasto “hormiga”, y abonar todo lo que puedas a tus compromisos financieros, entre más pronto te comprometas a liquidar tus deudas mejor será para ti y tu historial crediticio.
Ya lo sabes, no dejes todo al destino e identifica cuáles son tus malos hábitos y evítalos. Mejor invierte en tu futuro y accede a un préstamo personal con nosotros. ¡Precalifícate hoy mismo! Recuerda que te prestamos desde $2,000 hasta $300,000, sin aval, sin garantía, sin pago por adelantado.